La industria restaurantera es cada vez más compleja y avanzada, y la COVID-19 hizo que los operadores enfrenten dos retos fundamentales:
- Atraer y retener a los mejores empleados que puedan encontrar.
- Proteger sus escasos márgenes y optimizar sus negocios.
A esto se han sumado nuevas normativas que exigen a los operadores ser más estratégicos y proactivos en la gestión de sus restaurantes, así como concientizarse sobre el importante papel que desempeñan los datos y la tecnología. Al final del día, los operadores deben ser capaces de entender los datos y los analíticos que hay detrás de su fuerza laboral para tomar mejores decisiones.
Ahora más que nunca, la gestión de RH y de la fuerza laboral se unen porque la previsión de la mano de obra es tan importante como la previsión de los costos e inventario de los alimentos.