La pandemia cambió muchas cosas, pero me gustaría enfocarme en una en especial, la forma en que cambió la relación entre las personas y el líder de Recursos Humanos. Un estudio de KPMG en 2019, encontró que 3 de cada 5 ejecutivos de RH creían que su función se estaba volviendo irrelevante rápidamente y que necesitaban modernizarse para evitar su automatización.
¿Qué sucedió?
No es un secreto que el valor real detrás de cualquier organización es su gente. Ellos son los que hacen la diferencia, no los productos ni los servicios que ofrecen. Su compromiso es el que impulsa el éxito de la organización, por esta razón debemos apoyar sus pasiones, contribuciones y potencial, asegurarnos de habilitarlos, capacitarlos continuamente, reconocerlos y lograr algo más que su satisfacción en el trabajo, debemos invertir en su felicidad.
Cuando la gente trabaja inspirada y feliz, su labor se convierte en su pasión y luchan por conseguir más y mejores resultados. Por eso es igual de importante invertir desde su capacitación hasta el reconocimiento de sus logros.
Es por ello que el rol del líder de Recursos Humanos ha tomado gran relevancia, en especial en los últimos dos años y medio. Especialmente, es sumamente importante en la transformación laboral que han estado realizando las organizaciones de manera acelerada, también derivado de la pandemia. Las compañías y los demás líderes necesitan de su guía en los procesos de continuidad del negocio, su expertise en el cumplimiento de normas laborales, enfoque en el bienestar de las personas, y gran capacidad de su entendimiento y comportamiento de las personas, para realizar cambios efectivos que logren continuar evolucionando de manera exitosa.
El 2020 elevó la función de los ejecutivos de Recursos Humanos, transformando el gran valor que aporta a las organizaciones y demostrando su relevancia al brindar a los demás líderes la oportunidad de modernizarse también.
Ha sido una gran evolución de transformación que no solo ha impulsado el apoyo que su área brinda al resto de la organización, sino también una gran oportunidad para buscar e implementar herramientas tecnológicas que los apoyen en esta valiosa tarea.
Los directivos se apoyaron de CHROs para liderar la pandemia, tiempos de incertidumbre, reajuste y cambio del modelo de trabajo, para dar respuesta de regreso al trabajo en una nueva normalidad, así como de dar forma a la estrategia de crecimiento para mantener a los empleados comprometidos y productivos mientras reconfiguraban flujos de trabajo, redistribuían al talento y mejoraban las habilidades del personal.
Ahora, no pueden bajar la guardia, ahora es el momento en que deben brillar más que nunca para continuar apoyando el impulso de las empresas y de las grandes personas que trabajan en ellas. De ser capaces de elevar su rol, de continuar transformándose y gozar de mejores resultados dándoles una gran ventaja competitiva hacia lo que se presente en el futuro.
